martes. 30.04.2024

El partido de Barcelona se llenó de controversias. Ayer, el conjunto dirigido por Ronald Koeman se enfrentó al UE Cornellá por los 32avos de la Copa del Rey y ganó el partido por 2 a 0. Pero nada fue lo que esperaban. Las dificultades empezaron desde el minuto 1 y preocupó el rendimiento de algunos jugadores. Que a pesar de ser un equipo complementario no pudo cumplir las expectativas.

Al final del primer tiempo, el equipo catalán tuvo la posibilidad de convertir el primer gol. Tras una infracción de Estellés Fernández sobre Araujo, el árbitro del partido, Soto Grado cobró el penal a favor del Barca y sentenció al jugador con una tarjeta amarilla. El encargado de patearlo fue Miralem Pjanic que terminó errando. Así se fueron al entretiempo con el marcador en 0-0.

Para el segundo tiempo, como el entrenador holandés no se conformaba decidió poner a sus jugadores más importantes dentro de la cancha. En ese momento ingresaron Ousmane Dembelé, Sergio Busquets y Pedri González. La intención era ganar el partido en ese momento. A los 78 minutos la presión del equipo Culé hizo cometer una nueva infracción en el área y llegó el segundo penal del partido. Ahora el encargado de patear era el ingresado Dembelé pero se encontró con las manos del arquero y el partido finalizó por 0 a 0. 

En el tiempo complementario, los jugadores del Cornellá ya estaban cansados, habían luchado durante los 90 minutos para no perder el encuentro. Los blaugranas aprovecharon y el francés tuvo su revancha para convertir el primer gol a los 92 minutos. Para liquidar el partido, a los 121 minutos Martin Braithwaite anotó el 2 a 0 y cerró el encuentro. 

A pesar de lograr el triunfo, el Barcelona se fue con un gusto amargo por los penales errados. Mientras que a pesar de la derrota, el arquero del equipo de la Segunda División B, Ramón Ramírez, quedó en el recuerdo de sus seguidores por su gran partido.

Aunque erró dos penales, el Barcelona ganó y pasó a la siguiente fase de la Copa del Rey